La cuarta generación del Range Rover se presentaba en 2012 como uno de los SUV más exclusivos y capaces del mundo. Incorporaba una plataforma de aluminio que lo hacía más liviano que su predecesor y mantenía ese espíritu innovador con el que la marca revolucionó la industria desde el lanzamiento de la primera generación. Sus refinados materiales y excelentes prestaciones, lo convertían en un de los automóviles más completos del mercado.
