Los turgocargadores y supercargadores son compresores que impulsan aire comprimido a los cilindros del motor. El compresor del turbocargador es impulsado por los gases de escape del motor mientras que el compresor del supercargador por una banda impulsada por el motor mismo. Ambas tecnologías mejoran la eficiencia del motor, con un base potencial de 7,5%, al tener una mayor cantidad de aire (oxigeno) en los cilindros, lo que mejora la combustión. Esto permite que los fabricantes ofrezcan motores gasolina más pequeños que dotados de Turbo alcanzan una mayor potencia, tendencia conocida como Downsizing. Ejemplo de ello son los motores EcoBoost de Ford, TSI de Volkswagen, o TwinAir de Fiat