Aunque muchas personas piensan que éste fue el primer auto de tracción delantera, en realidad no lo es, pero la construcción monocasco y el hecho de utilizar las ruedas delanteras para moverse ayudaron a que fuera el vehículo de tracción delantera más popular de su tiempo. Mientras que los demás autos en esa época (1934-1957) se construían sobre un marco de acero, el Traction Avant conformaba el “chasís” y la carrocería en una sola pieza, logrando una mejor rigidez estructural, un menor peso y más espacio en la cabina. Se produjeron 759,111 unidades de este auto francés que llevó al siguiente nivel la forma de fabricar automóviles.